La garantía legal es el derecho que tiene el consumidor para exigir al proveedor el cambio o la reparación de un producto dañado o la devolución del dinero, cuando la causa de la falla del producto no sea responsabilidad del cliente o usuario. La principal característica de la garantía es la existencia de un daño o falla en el producto.
Las alternativas de cambio, reparación o devolución de lo pagado siempre dependerán de la voluntad del consumidor. Sin embargo, si opta por la reparación, deberá aceptar que el proveedor se tome un tiempo razonable para revisar el producto y verificar la causa del daño o falla.
Actualmente, el plazo de la garantía es de 6 meses desde la compra o recepción del producto.
Por su parte, el derecho de retracto es la facultad que tiene el consumidor para devolver el producto, dentro de cierto plazo, sin expresión de causa.
Aunque se parece a la garantía legal no es lo mismo, pues en el retracto no se requiere que exista un daño o una falla del producto. Es más, el retracto no requiere ninguna justificación por parte del consumidor, cliente o usuario. Sencillamente, no quiere el producto y si está dentro de plazo podrá devolverlo, en la medida que se encuentre en perfecto estado con sus etiquetas y sellos.
Actualmente, el plazo del retracto es de 10 días para compras presenciales y de 90 días para compras a distancia, en determinadas circunstancias establecidas en la Ley del Consumidor.
La regulación de la garantía legal y del derecho de retracto es algo compleja. Además, entre medio está la garantía del proveedor, la que también ha sido abordada por la Ley del Consumidor, para evitar abusos.
Así que, para que obtengas más detalles sobre estas materias, te recomendamos revisar directamente la Ley del Consumidor en los artículos 3° bis, 3° ter, 19 y 20; o consultar directamente por tu caso particular en el Departamento de Información y Atención al Consumidor, DIAC, de la Fiscalía del Consumidor
Ve el folleto / díptico oficial acá:
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